EVOCACIONES

Entierra todos sus juguetes en la arena. Hunde las manos, se embardurna, se reboza. Mientrastanto habla, canta, cuenta el cuento de Cenicienta.
Está en otro lugar.
La tierra está caliente.
Ella está feliz.


Un día, dentro de veinte años, estará tumbada en la playa con la mente vacía y recordará esa sensación al notar su cuerpo sobre la arena. Vivirá unos segundos de bienestar inexplicable y no sabrá de dónde viene. Le gustará pero nunca sabrá por qué.